Vivienda unifamiliar aislada en Larraga. Navarra

La casa se adapta a la difícil geometría de la parcela y a los fuertes desniveles del terreno. Para ello genera un zócalo pétreo en planta baja, a modo de muro de contención hacia el norte y este, que protege el espacio doméstico interior. Sobre esta base un volumen prismático emerge en planta primera hacia el acceso de la parcela para dar escala a la vivienda.

Este espacio interior que se genera, íntimo y abierto al sur, forma el jardín de la vivienda a la que se abren las estancias de planta baja. El programa está compuesto de una parte de día con salón-comedor y cocina con una doble orientación este-oeste y por la zona de noche con un cuerpo de tres habitaciones orientado hacia el sur. El patio interior, con una zona de porche, permite abrir el salón al exterior en verano.

La planta superior, que se conecta con la planta inferior mediante la doble altura del salón, concentra la parte del programa más privado, una habitación principal con baño y una oficina.

La vivienda se ha diseñado bajo el concepto de arquitectura sostenible, no necesitando apenas aporte energético para calentar o refrigerar la vivienda. Se ha actuado sobre la envolvente del edificio incrementando el aislamiento en las partes opacas y estudiando el aprovechamiento solar y la orientación. Se emplea un hogar de leña conectado al circuito del suelo radiante-refrescante para lograr la temperatura de confort.

Final de obra en 2016